INTRO: La Luciérnaga, periodismo para que no te engañen. Un proyecto de Ocote.
NARRACIÓN: Hola, Soy Lourdes Álvarez, periodista para La Luciérnaga.
NARRACIÓN: Entre enero y julio de este año retornaron a Guatemala 52,593 personas deportadas. La mayoría desde Estados Unidos, pero también algunas desde México. El 73% son hombres adultos y en gran porcentaje son originarios del Altiplano Occidental: de Huehuetenango, San Marcos y Quetzaltenango.
¿Pero qué otras características destacan en el perfil de las personas migrantes, los principales retos que enfrentan durante su retorno forzado o voluntario y qué podemos hacer para apoyarles?
Al respecto, Lizbeth Gramajo, antropóloga y politóloga que ha sido investigadora en la Universidad Rafael Landívar en temas de migración internacional guatemalteca, y quien coordina la Red Jesuita con Migrantes para Centroamérica y Norteamérica, nos comparte información importante.
ENTREVISTADA: «Cada vez vemos a más mujeres guatemaltecas que migran a los Estados Unidos y que retornan al país de forma forzada. De cada 10 personas deportadas 3 son mujeres, también es importante que visibilicemos a los niños, niñas y adolescentes, de cada 10 deportados al país 1 es menor de edad».
NARRACIÓN: Para la investigadora, reconocer esa diversidad de perfiles permite comprender los desafíos que enfrenta cada grupo de personas, ya que por sus características tienen necesidades distintas. También para evitar prejuicios y discriminación.
ENTREVISTADA: «Me parece que lo menos que necesitan es ser criminalizadas o discriminadas en su país de origen por haber intentado buscar una vida diferente. Las personas deportadas necesitan tener el apoyo comunitario para volver a insertarse a la vida en su comunidad, para tener alternativas para desarrollarse plenamente en su país de origen, de lo contrario buscarán nuevamente migrar».
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La experta menciona que cuando las personas salen del país buscan mejores oportunidades en lo individual o familiar, pero a veces salen para resguardar su vida ante violencia o amenazas, y al retornar se enfrentan a emociones de fracaso, preocupación por deudas del viaje y otras experiencias difíciles.
ENTREVISTADA: «Es importante evitar la desinformación y reconocer en primer lugar que las personas migrantes que retornan de forma forzada o voluntaria, son ante todo guatemaltecas y, por lo tanto, tienen derecho a tener una vida digna en su país de origen».
NARRACIÓN: Muchos migrantes también han logrado mejorar sus habilidades o ampliar conocimientos. Si a esto se sumara apoyo de instituciones que les certifiquen, podrían lograr mejores oportunidades laborales.
También para las niñas, niños y adolescentes es importante que se garantice su incorporación al sistema educativo.
Para la experta, más allá de las estadísticas y datos, es importante conocer las necesidades de cada perfil para que tanto las familias, las comunidades, las autoridades y organizaciones no gubernamentales que trabajan el tema puedan apoyar en su reintegración de manera digna.
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OUTRO: La Luciérnaga es un proyecto especial de Ocote. Se produce con fondos de Seattle International Foundation y Philantropy Lab.
La investigación, el guion y la locución las hice yo, Lourdes Alvarez. La edición de textos en castellano es de Alex Maldonado. El montaje sonoro es de Carlos Diaz.
Si tienes dudas o comentarios escribe a factica@agenciaocote.com o envía un mensaje de WhatsApp 3756-8119.
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