La Luciérnaga es un proyecto de periodismo de verificación y combate a la desinformación en idiomas indígenas. Es parte de Fáctica, de Ocote. La Luciérnaga crea alianzas con organizaciones y medios locales.
Cómo detectamos la desinformación
A través del boca a boca, de redes sociales y de aplicaciones de mensajería instantánea, como Whatsapp, recibimos decenas de mensajes con información falsa y sacada de contexto sobre la COVID-19. En este episodio de La Luciérnaga te compartimos consejos y herramientas para ayudarte a detectar y combatir esta desinformación, para que no nos engañen y para que evitemos seguir compartiéndola.
Narración: ¡Hola! Esto es La Luciérnaga, un espacio de información confiable para protegernos de la desinformación. La Luciérnaga forma parte de Fáctica, el proyecto de verificación del medio de comunicación Ocote.
Desde el inicio de la pandemia de COVID-19, en marzo de 2020, ha circulado información falsa, engañosa, sacada de contexto e imprecisa sobre el coronavirus, la gravedad de la enfermedad y la eficacia de las vacunas.
Esa desinformación se difunde sin control en redes sociales como WhatsApp, Facebook, Twitter, Instagram o Tik Tok. También a través del boca a boca y en los discursos de algunos líderes.
Puede tener consecuencias graves para la población. Cuando las personas estamos expuestas a información falsa, no contamos con datos veraces para tomar decisiones informadas.
En medio de una pandemia, esto puede afectar directamente a nuestra salud y a la de las demás personas.
Además, sabemos que la información falsa siempre llega mucho más lejos y más rápido que las verificaciones, porque es más común que las personas la compartan con sus conocidos.
Desde algunos medios y plataformas, como Fáctica, nos hemos dedicado a verificar estas desinformaciones. En este episodio de La Luciérnaga queremos darte algunas recomendaciones para detectar imágenes e informaciones que no son ciertas.
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Narración: Imagina que te llega un mensaje a tu WhatsApp. ¿Tiene información que te sorprende o que no habías visto en otra parte? Este es un primer motivo para desconfiar.
Generalmente, las imágenes y los textos con información falsa no suelen indicar la fuente en la que se basa. Suelen decir cosas como “según un conocido que trabaja en este hospital”, o “esto le pasó a un primo mío que se vacunó”.
Lo recomendable es buscar estos datos en medios de comunicación y en fuentes confiables. En el caso de la COVID-19, por ejemplo, también puedes revisar lo que ha publicado la Organización Mundial de la Salud o el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social.
Si se incluye la fuente de información, siempre es buena idea ir al sitio web o las redes sociales de la fuente y verificar que sí se ha publicado.
Angel Mazariegos Rivas, periodista de Fáctica, nos da más detalles:
Angel Mazariegos Rivas: Es importante siempre revisar la información que nos comparten o a la que tenemos acceso cuando no estamos seguros o seguras de su origen, porque ese es el primer paso para detener una posible desinformación. Se hace necesario en esta era digital en la que tenemos acceso a muchísima información con un clic, que siempre estemos seguros de lo que estamos leyendo, de lo que estamos viendo, de lo que estamos escuchando, antes de compartirlo, porque podríamos estar, precisame nte como lo dije, frente a una desinformación, y eso nos permite detener una cadena de posible información falsa que es este compartiendo en redes sociales.
Narración: Una clave para detectar la desinformación que circula en WhatsApp es fijarte si aparece una alerta que dice “Reenviado muchas veces”. Esto quiere decir que ese mensaje se ha enviado en varias ocasiones. Seguramente ha sido compartido en grupos y ha saltado de persona a persona.
Esto no quiere decir que ese mensaje sea falso, pero es un motivo para desconfiar.
Angel Mazariegos: Creo que de las redes sociales a las que tenemos acceso en la actualidad, las aplicaciones de mensajería como WhatsApp se prestan a que compartamos información que podría parecernos importante. Por eso se convierte en una de las aplicaciones en donde la desinformación o la información también se comparte de manera más rápida. Es decir, si consideramos que algo es importante, vamos a compartirlo con personas cercanas a nosotros y a nosotras.
Narración: La desinformación suele apelar a las emociones fuertes, como la rabia, la tristeza, el miedo o la esperanza. Por ejemplo, en el caso de la COVID-19 es común que circulen informaciones que digan cosas como que si vacunas a tus hijos los estás poniendo en peligro, lo cual, claro, es falso.
Como dice el periodista Angel Mazariegos:
Angel Mazariegos: La desinformación, en efecto, apela a emociones fuertes. Esta estrategia se utiliza porque al empatar con nuestra tristeza, con cierto miedo, o con alguna esperanza o alguna alegría que sintamos, somos más vulnerables a compartir esa desinformación. Por lo tanto, hay que estar siempre alertas de qué emociones me genera cierta información que recibo, que puede ser dudosa porque podría tratarse de una desinformación.
Narración: Otra clave para detectar la desinformación es fijarnos cómo están escritos los mensajes y los textos que se incluyen en las imágenes y los videos que circulan. Por ejemplo, pueden estar escritos en mayúsculas y con exclamaciones, para llamar la atención. Si te fijas, las publicaciones de medios de comunicación confiables o de fuentes oficiales no suelen estar escritas así.
Además, muchas de estas publicaciones tienen faltas de ortografía. Así que si te llega algún mensaje escrito con errores, antes de confiar en la información y compartirla, desconfía.
En los videos y fotografías que circulan también podemos buscar pistas para ver si están alteradas o si fueron sacadas de contexto.
Si en la imagen aparecen autos, fíjate bien en las matrículas y en el tipo de vehículo.
Por ejemplo, imagínate que lees en Facebook una información de que en una comunidad de Guatemala se murió una persona después de vacunarse. Pero en la imagen, hay una ambulancia que parece de otro país y las matrículas son de México… seguro tenemos que desconfiar.
También puedes buscar la imagen en internet, para ver dónde más se ha publicado. En muchos casos, se toman fotografías de otras notas para sacarlas de contexto.
Con estos consejos, ya tienes un primer filtro para detectar desinformaciones. De todos modos, si no logras verificar alguna información, ante la duda, es mejor no compartirla.
Puedes consultarnos y enviarnos publicaciones que te den desconfianza para que te ayudemos a verificarla. Escríbenos a las redes sociales de Fáctica y de Ocote, al correo electrónico factica@agenciaocote.com o a nuestro WhatsApp, 3756 8119.
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La Luciérnaga es un especial de Fáctica, el proyecto de verificación de la información y detección de desinformaciones de Ocote. Somos parte de Latam Chequea, la alianza para contrarrestar las desinformaciones sobre vacunas, con el apoyo de Google News Initiative. La Luciérnaga se distribuye en alianza con radios locales y comunitarias comprometidas con la salud de sus comunidades.
Te invitamos a compartir esta información con tu familia y las personas de tu comunidad. ¡Hasta pronto!