INTRO: La Luciérnaga, periodismo para que no te engañen. Un proyecto de Ocote.
NARRACIÓN: Hola, Soy Lourdes Álvarez, periodista para La Luciérnaga.
NARRACIÓN: En Guatemala no existe una ley que diga cuál es la edad mínima para que una persona pueda dar su consentimiento sexual, es decir, para que pueda expresar estar de acuerdo en sostener relaciones sexuales. Sin embargo, el Código Penal sí establece las penas y sanciones por el delito de violación cuando se ven afectadas personas menores de 14 años de edad o con incapacidad volitiva o cognitiva. Esto lo describen los artículos 173 y 173 “bis”.
En ese sentido, diputadas de la Comisión del Menor y la Familia del Congreso de la República, promueven una serie de reuniones de análisis con diversos sectores que velan por los derechos de la niñez y juventud con el objetivo de incrementar de 14 a 16 años la edad establecida en el Código Penal para el delito de violación.
Esas reuniones continuarán hasta lograr avanzar en políticas públicas que protejan a la niñez y juventud que enfrentan diversos tipos de violencia y agresión sexual, o incluso embarazos no deseados.
Según datos del Observatorio en Salud Sexual y Reproductiva (OSAR) de enero a mayo de 2024 se han reportado 25 mil 31 registros de nacimientos cuyas madres tienen entre 10 a 19 años de edad. De esos nacimientos, 856 corresponden a niñas madres entre 10 y 14 años. Los departamentos con más casos son Huehuetenango, Alta Verapaz, Quiché, Guatemala y San Marcos.
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Según la socióloga Ana Silvia Monzón de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso) quien ha participado en las discusiones sobre las reformas al Código Penal, los embarazos forzados que se dan a temprana edad y que son resultado de abuso y violación sexual son problemáticas que afectan a la sociedad en su conjunto.
ENTREVISTADA: «En Guatemala los datos son alarmantes, sobre todo en el caso de niñas de 10 a 14 años, pero también en niñas menores de 18 años. Es importante que la educación integral en sexualidad sea brindada para que las niñas y niños puedan identificar las formas de abuso y tengan la confianza de hablarlo y de expresarlo, pues no solo genera traumas, ya que en el caso de las niñas los embarazos forzados limitan sus proyectos de vida».
Adicionalmente, la entrevistada considera que es clave fomentar la educación en sexualidad para la prevención.
ENTREVISTADA: «Esta educación debe ser gradual, acorde a la edad, debe dosificarse y es una tarea que nos compete a todas y todos. En las familias, ir generando esos espacios de confianza. También en otros espacios, incluso en los mismos medios de comunicación, abordar la sexualidad de una manera natural, sin los estigmas que la rodean».
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OUTRO: La Luciérnaga es un proyecto especial de Ocote. Se produce con fondos de Seattle International Foundation y Philantropy Lab.
La investigación, el guion y la locución las hice yo, Lourdes Alvarez. La edición de textos en castellano es de Alex Maldonado. El montaje sonoro es de Carlos Diaz.
Si tienes dudas o comentarios escribe a factica@agenciaocote.com o envía un mensaje de WhatsApp 3756-8119.
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